viernes, 1 de agosto de 2014

Uno nunca sabe

Es hora

Es hora de salir. De ir a casa a comerme las orillas del orgullo que alguien olvidó. Es tiempo de dejar de escatimar en horas y dormir un poco más. Es hora de fingir que no me percato que están aquí, sean quienes sean. Y si aún así sigo postergando todo, me quedaré en la silla viendo todo en el retrovisor.

Un error

Permíteme un error al menos, permíteme mantener la fragilidad de un humano. Bien sabemos que no soy perfecto y que en el duelo entre mis instintos y mis virtudes no siempre salgo ganador. Permite que me equivoque, no soy tan bueno para esto como a veces lo aparento. Y es que por más que lo pienso no dejo de sentirme culpable, aunque cada vez menos. Así es esto de los quebrantos, caes y te levantas con la mayor prisa posible. Para que nadie se percate de tus insolencias; y así es como continúas hacia cualquier lado. Hacia nuevas rutas, que te llevan finalmente hacia el mismo lugar.

jueves, 31 de julio de 2014

A veces

A veces escribo sólo por inercia, para nada y para nadie. Como balas de un arma en el sótano, que ha estado temporalmente oculta. Tan precisas y difuminadas a la vez. A veces presiento que voy a equivocarme, y lo hago de algún modo. Y no se cómo es que lo logro; pero no puedo, por más que quiero, evitarlo. A veces me pongo tan taciturno que viajo al pasado. Escudriño mil veces mil cosas, sin saber porqué. Sin saber para qué, pero me resulta confusamente interesante. A veces reclamo lo que no es mío, lo que jamás me ha correspondido. Y es que es a veces que entiendo que aunque no lo tengo lo quiero. Que aunque lo he perdido lo anhelo de vuelta. Sí... así es, a veces.

Inocencia

Rumiando parrafos interminables me la he pasado ultimamente. No hay mucho más qué hacer aquí a estas horas. Masticando letras inconexas de libros que no me gustan. Envuelto en las nubes de tu intermitente inocencia. Así pasan las horas de esta intolerable distimia. Y ¿qué es la emoción si no está acompañadde un poco de dolor?

Querer

Querer es condenarse sin saber... Es como un deseo, a veces imposible de tener.

miércoles, 30 de julio de 2014

En corto

En corto, siempre te pensé así, discreta, tenue pero astuta e inteligente. Siempre te pensé genuina, sonriente y feliz. De lejos te imaginé muchos años hasta que te olvidé y apareciste de nuevo sin querer. Y sin nadie propiciarlo captaste de nuevo mi atención, hasta volverme loco. Hasta perder un poco la razón, fue entonces que volteé a verte. Hasta quedarme ciego y seguir hacia adelante sin tener trazado un camino ni un final. En corto, te miré sin rostro y descubrí el trasfondo que que hay en ti. Y finalmente fuiste y eres para mí sólo sólo una representación mental. Sobre todo ahora que nada es real, sobre todo ahora que tú ya no estás. ... PD. A veces duermo y te estoy mirando, sí... a ti.

Costumbres

Y veo que sigues usando las frases y palabras que aprendiste de mí y conmigo. Costumbres que se heredan y hacen inolvidables los momentos, los contextos y las situaciones. Me resulta inmejorable saber que al menos de algún modo algo de mí se quedó en ti. Algo bueno, sólo eso es lo que espero.

Espectador

Haces que sea más que la suma de mis partes Haces que me mueva en las mañanas y no duerma por las noches Eres el calor que no quema, el viento que no derrumba casas Eres la lluvia que no moja mis zapatos y me dejas más seco que un pedazo de papel Eres el verano de las noches, y la anestesia que inspira a persistir Mueves las cosas con tu inocencia y ese intacto sentido del pudor Prefiero pensarte así, quedándote dormida sin saber porqué Quedándote a la orilla de tu ventana fotografiando todos los instantes Y a pesar de todo eso prefiero ser nada a estar auscultándote las emociones Desmoronando ideas y explicaciones Me inclino por ser un espectador más, pasivo, en silencio Aunque para mí seas perfecta, aunque para mí seas casi insuperable Y es que no hay pensamiento más vano que este que uso para escribir estas líneas Que van a ninguna parte, que no hacen hueco en ningún lugar Que van llenando paisajes imaginarios en la mente de nadie más Sí, precisamente... en la mente de nadie más...

Hipomanía

¿Y si de repente me persuado de no escribir más? Qué pasaría si las letras dejaran de fluir en mis arterias entrecortadas. Cuántas noches bastarían para acabar con la premura de pertenecer a algún lugar. Cuántas lunas camino a casa tendría que encapsular como recuerdos vagos... Dajaré de comerme las palabras para no hacerte inferir. Intentaré no ser más un parlanchin anónimo, un cazador de espantos nocturnos. Y nada habrá que apacigüe esta hipomanía, asi que mejor me tomo un café. Nada habría que me atormente tanto como esta aparente calma de miercoles a las 3 Y cuando me aleje de mi mismo podré ver lo que sucede en realidad. Asi es como las cosas pasan al mismo tiempo y sin pensar. Inquisidora es mi naturaleza, todo lo quiero saber. Asi fue que indagué tus versos cuando entre lineas me busqué a mi.
No, es a veces mi respuesta favorita. Cuando ya todo está más que perdido, no, es lo que espero escuchar. No, es el vocablo suave pero certero que opaca toda esperanza. Que hace mella en el alma (si es que la tenemos) pero sin dolor. Y eso es todo. No...

Hojarasca

Deshojada y sin pena. La hojarasca vuela al rededor tuyo. Deshecha por las horas de insomnio. Sostenida con la vena a reventar. Solitaria como luces en la niebla. Lejanas y agotadas de tanto alumbrar. De tanto ser lo ineludible, lo inevitable. Y de ver como todo se va extendiendo en medio de nada y sin razon. Sin tinta quedó la pluma por falta de uso. Ya nadie escribia cartas con ella. Se quedó por años clavada en aquel cristal. Incrustada entre las parrandas interminables, sin descansar. Colores, teñidos todos de malestar. De espejos que no reflejan nada. De extremos vacíos repletos de sensaciones. Repletos de puertas entreabiertas por descubrir. Y si, nada hay detras del parloteo superfluo. Nada hay detras de aquello que desconoces. Y nada hay dentro de lo que no te incumbe. Pero si, si hay mucho detras de aquello que terminas buscando con fervor inexplicable.

Mis horas

Estas son mis horas. Frente a una pantalla, esperando a que algo pase Y como siempre... nada pasa. Espero, no espero nada. Nihilista perspectuiva recubre mi carcasa humana Y me entretengo con cantos y sermones perdidos En medio de papeles sin llenar En medio de canciones sin terminar Y de horas de más de 60 minutos que parecen nunca concluir Escuchando a Cerati Tramando una historia irreal, tan ideal como mi propia sombra Y tan perpetua de expectadores que no saben leer Infinita de asientos vacíos Ocupados por los sonidos encapsulados de una vieja sala de espera De aquellos que esperaron algo eternamente... Y nada... si, nada encontraron.

martes, 29 de julio de 2014

La hora de la catarsis

No es nada personal Sólo es que me gusta escribir Cuando llega la hora de la catarsis Todo se distiende, no todos lo pueden comprender Sólo unos cuantos afortunados Sólo las nubes que van y vienen Que explotan repentinamente Y que se desnudan sin algún pudor Madres, padres, hermanos Esposas e hijos Nadie en este contexto que sepa en realidad escuchar Percibir, captar lo que hay en los demás Catarsis sublime, bañada en un viejo vino Desentendida de toda lógica y de toda realidad Sólo así, sólo de eso modo surte su efecto Entretejida de una sutil fe inexplicable Lo cura todo, por un momento como el silencio Como el silencio inoportuno de las mañanas En las conversaciones de la cocina Y en las pláticas inconclusas Que dejan a todos con las pestañas pegadas hasta el amanecer

Insolencias

Sin rebuscar palabras Como insolente observador anónimo Buscando eso que no tienes en ninguna parte Camino a casa Camino a ningún lugar En medio de lo efímero de las horas Busca, encuentra, toma, deja... El estético sentido de las cosas Deja de ser relevante Cuando piensas que piensas Cuando en realidad no piensas nada Cuando piensas tenerlo todo Y que nada es suficiente Y te vas quedando a la orilla del camino Sin monedas para intercambiar Sin monedas para regresar

Bla bla

Esto es nada Todo y nada Nadie es Todos son Palabras mas Palabras menos Negro, blanco Leche con cafe Penurias con agua y pan Santos y demonios Sonoros e incoloros Miedos y persianas ja... eso es el sinsentido, esto, aquello Y nada mas...